Manel Loureiro abogado y escritor español concede una entrevista a Julia Otero en el programa Julia en la Onda para hablar de su novela condecorada con el Premio Novela Fernando Lara, titulada "Cuando la tormenta pase".
"Ser escritor en una profesión de extremos"
Manel Loureiro, que está en la gira promocional de su nueva novela, explicó en Julia en la Onda que ser escritor es un trabajo sin término medio. "Dicen ahora que la profesión de escritor es una profesión de extremos; te pasas la mitad del tiempo encerrado escribiendo y la otra mitad viajando de un lado a otro, como los buhoneros que iban por los pueblos del antiguo oeste, explicando qué es lo que has estado haciendo", afirmó.
Novelas sorprendentes
Manel, que se caracteriza por escribir novelas en las que no hay un capítulo que no suponga una sorpresa para el lector, explicó que esta es una de las tareas que más dificultad le supone a la hora de escribir una novela. "Es complicado porque, además, los lectores hoy en día son condenadamente listos, ya que han leído muchos libros, han visto muchas películas y series de televisión y se las saben todas. Sorprenderlos es cada vez más difícil. Tienes que procurar correr delante de ellos para que no te cojan", explicó..
¿Por qué la novela se ambienta en la Isla de Ons?
"Fue cuando me di cuenta de sus peculiaridades. La isla de Ons, esa isla que está frente a la ría de Pontevedra en las Rías Baixas, es un sitio muy turístico en verano. Todos los días miles de personas van allí y forman parte de un parque nacional, disfrutando del clima y de ese paisaje agreste, ese peñasco batido por las olas del Atlántico. Pero en invierno la cosa cambia por completo. En invierno, de repente, la isla queda vacía, con un puñado de vecinos, 20 o 30 personas, nada más. El servicio de ferris se interrumpe y, con las tormentas del Atlántico, el único y pequeño muelle de la isla queda inutilizado si hay mucho oleaje, dejándolos incomunicados en un sitio donde la corriente eléctrica está racionada. Solo hay unas cuantas horas de flujo eléctrico al día. Si no hay corriente y te has olvidado de cargar el móvil, también te quedas incomunicado. En definitiva, tienes un sitio a plena vista, a la luz del día, donde si se dan las situaciones correctas, es como si estuvieras viviendo en el siglo XIX. Era el escenario perfecto para contar un thriller de una persona que llega al lugar equivocado en el peor momento posible y no puede salir de allí", explicó Manuel.
La ficción visual esta colonizando la literatura
Manel Loureiro explicó que es una mezcla de ambas, y que las nuevas generaciones han crecido viendo la televisión, lo que tiene un gran impacto en la literatura. "Es un poco las dos cosas. Somos todos hijos de la generación audiovisual, hemos crecido merendando delante de la tele, viendo películas en el cine o en nuestra casa, en nuestra televisión, y la manera de contar las cosas ha ido evolucionando con el paso de los años. Es cierto que es más visual, más plástica, porque somos diferentes. Tú imagínate cuando Benito Pérez Galdós escribe los Episodios Nacionales o escribe Trafalgar, el pobre las pasa canutas para describir una batalla naval. Ninguno de sus lectores ha estado a bordo de un barco de madera mientras le lanzan bolas de hierro. Sin embargo, cualquier persona hoy en día ha sido pirata del Caribe, ha estado en una película de Tolkien o ha sido Master and Commander. Es decir, ya tienes las referencias visuales y, simplemente, lo que hacemos los escritores es aprovechar todas esas piezas que están en la cabeza de los lectores para construir una historia mucho más rápida, dinámica y visual, que es mucho más absorbente. Esa es la base de la literatura: que el lector se caiga del libro y que durante las horas que esté leyendo lo único que importe sea lo que suceda dentro de ese libro, explicó".