LA BRÚJULA

La carta de Ónega a Borrell: "Invita a los europeos a pasar frío para independizarnos del imperialismo de Putin"

Fernando Ónega dirige su carta, en 'La brújula', al Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell

Fernando Ónega

Madrid | 09.03.2022 23:32

Buenas noches, don Josep Borrell

Como somos de la misma edad y hemos compartido aventuras juveniles por Europa hace algo así como medio siglo, le sigo en cada uno de sus pasos. Me emocionó verle como Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y ahora me emociona como la voz de la vieja Europa ante la guerra de Putin. Soy un sentimental, Borrell, qué le vamos a hacer.

Esta guerra es para usted como un examen. Lo empezó titubeando, porque nadie se enfrentó a una responsabilidad como la suya y nadie se enfrentó a una invasión con menos ejército, como menos unidad política y con más diferencias de estrategias, de criterio y de intereses. Pero fue ganando respeto día a día, declaración a declaración, mensaje a mensaje e iniciativa a iniciativa. Hoy nadie conocido discute su talla. Ganó muchas adhesiones cuando dijo la gran frase de este conflicto: "La Unión Europea no va a cambiar derechos humanos por gas". Y añadió: "No vamos a abandonar la defensa de nuestros derechos humanos y nuestra libertad porque seamos más o menos dependientes de Rusia".

Al escucharle daban ganas de aplaudirle y de proclamarle el nuevo líder europeísta, ahora que faltan los grandes líderes europeístas de la historia de la Unión. Y hoy vuelve a estar en las portadas por la invitación que hizo a los europeos: "corten el gas en sus casas, disminuyan la dependencia de quien ataca a Ucrania". Ese fue su mandato, señor Borrell. Se escuchó cuando acabábamos de oír que Cruz Roja hablaba de apocalipsis en la ciudad de Mariupol. Se escuchó cuando veíamos que la guerra de los tanques y los bombardeos se hacía, además, la guerra de la energía.

Y su invitación es más ética que económica. Invita a los europeos a pasar frío no por el precio del gas, sino para castigar al invasor; por independizarnos del imperialismo de Putin. Supongo que no todo el mundo está de acuerdo con usted. Pide demasiado sacrificio para un invierno duro. Sin embargo, esa debe ser la política exterior europea que usted dirige: no podemos ni debemos bombardear Moscú; bombardeemos a Putin, quizá no cortando el gas, pero sí reduciendo los miles de millones de euros que le permiten sobrevivir. Sobrevivir y atacar.