Opinión en La Brújula

La carta de Ónega a Cristóbal Montoro: "Sus Presupuestos, señor Montoro, son legendarios"

Fernando Ónega dedica su carta en La brújula al exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que verá como termina la era de sus Presupuestos Generales del Estado.

Fernando Ónega

Madrid |

Buenas noches a don Cristóbal Montoro. Para dar todos los datos, como él nos exigía cuando era ministro de Hacienda, don Cristóbal Ricardo Montoro Romero. Ahora, comentarista de televisión, que lo veo algunas mañanas en "La hora de la 1" de palique con Mónica López. Pero, para la historia, el hombre que los tuvo más largos. Los Presupuestos, quiero decir.

Los hacía cuando mandaba Aznar. Los volvió a hacer cuando mandaba Rajoy, que se diría que la derecha española no tuvo en toda su historia un hacendista más prolífico que usted, y eso tiene dos lecturas: una, con la que usted hizo bromas, que mal tiene que andar este país para que el Partido Popular tuviera que echar mano del mismo catedrático cada vez que tocó poder. Y otra, que debe ser usted un genio de los números para que el PP sea tan humano que tropieza dos veces en la misma piedra.

Sus Presupuestos, señor Montoro, son legendarios; casi tan legendarios como usted. Con ellos gobernó Sánchez el primer año en solitario. Y con ellos, siendo de derechas, gobernó este año esa coalición que llaman social-comunista. Por eso, cuando el otro día entrevistaron al presidente de la CEOE, don Antonio Garamendi, el entrevistador le dijo eso tan original de "seguimos con los Presupuestos de Cristóbal…", Garamendi saltó como un resorte: "sí, de Cristóbal Colón".

Y por eso, al ver que las nuevas cuentas van a ser aprobadas, no recordemos con quiénes, es como si se cerrase una era. Por lo menos, un siglo; el siglo de Montoro. La despedida de sus cuentas, don Cristóbal, va a ser mucho más que el entierro de un proyecto económico: será el entierro de un chascarrillo. Cuando todo el ceremonial parlamentario termine y saquen a hombros a María Jesús Montero, usted se quedará como sordo.

Yo no le diré aquello de que tanta gloria lleve como descanso nos deja, que ganas no me faltan, pero no queda elegante. Pero ha de quedar para la historia que el cambio no se produjo cuando el osado Sánchez ganó la moción de censura. Ni cuando después ganó las elecciones. Ni siquiera cuando hizo la coalición con Podemos. El cambio de verdad se hará el día en que dejen de estar vigentes los presupuestos de Cristóbal Montoro que, efectivamente, parecen los de Cristóbal Colón.