Primero fue el exministro Fernández Díaz quien afirmó que el Papa Benedicto XVI le dijo sobre Cataluña que satanás quería destruir España. Y ahora el cardenal Cañizares y el presidente de la Universidad Católica de Murcia le relacionan con el coronavirus.
Por ello Fernando Ónega afirma en su carta que "le pedirá a sus oyentes que no salgan de casa sin santiguarse". Y añade que "pediré a Pedro Sánchez que rocíe la mesa del Consejo de Ministros con agua bendita y que cree un cuerpo de exorcistas".