LA BRÚJULA

La carta de Ónega a Pilar Llop e Irene Montero: "Lo que irrita es que usted presente su indulto como un trofeo"

Fernando Ónega dirige su carta en 'La Brújula' a las ministras de Justicia e Igualdad tras el indulto a la expresidenta de Infancia Libre, María Sevilla.

Fernando Ónega

Madrid | 26.05.2022 23:33

Buenas noches a las señoras ministras de Justicia, doña Pilar Llop, y de Igualdad, doña Irene Montero.

Les escribo a ambas por lo que pueden suponer: el indulto parcial de María Sevilla, la expresidenta de Infancia libre. A usted, señora Llop, por haber llevado el indulto al Consejo de Ministros y haber justificado su concesión con un argumento tan trivial como que era la primera vez que delinquía y no tenía antecedentes penales. Y a usted, señora Montero, por cómo se apropió del mérito de esa concesión y la presentó como una victoria del feminismo. No salgo de mi asombro, ministras.

Recuerdo el día que se descubrió a María Sevilla escondida con su hijo. Se lo había quitado a su marido tras una falsa acusación de abuso sexual. Aquello fue el secuestro de un menor, un caso de violencia vicaria, aunque eso solo se atribuye a los varones.

Lo tenía alejado del mundo, como preso. No lo llevaba a la escuela. Le arrebató la infancia en una falsa interpretación del bienestar y la libertad. Por esa razón el tribunal la condenó a dos años y cuatro meses de cárcel y le quitó la patria potestad durante cuatro años. Si eso lo hubiera hecho un padre, la condena penal quizá hubiera sido la misma, pero ninguna ministra se habría atrevido a promover su indulto: habría caído sobre ella la ira de la sociedad y, sobre todo, de la militancia feminista y no digamos del fundamentalismo feminista.

Mire, Irene Montero: yo celebro que María Sevilla no entre en la cárcel, cómo no lo voy a celebrar. Lo que irrita es que usted presente su indulto como un trofeo. Si algún mérito puede cantar la titular de un ministerio que debe gobernar para todos, es el concepto de la justicia que tiene el gobierno: una justicia que castiga y mete en prisión, pero tiene sentido de la piedad. No repita que es un triunfo del feminismo porque se gana la crítica y fomenta la ira de quienes piensan que, con actitudes como la suya, se invita a las madres con problemas de convivencia a largarse y secuestrar a sus hijos.

Y si una madre puede hacerlo, dígame, Irene: ¿por qué no lo va a hacer un padre? Lo dijo esta mañana Susanna Griso: esa forma de entender el feminismo, eso es lo que hace engordar a Vox.