Le han apeado de la lista de Ayuso, vaya por Dios. Y por lo tanto le han bajado del escaño de diputado de la Asamblea antes de tomar posesión. Qué digo: antes de ser votado. Supongo que es para usted el disgusto de su vida, ahora que se llevaba tan bien con la presidenta candidata, Isabel Díaz Ayuso. Se llevaba tan bien y ella tan bien con usted, que lo coló entre los consejeros que se presentaban a las elecciones y lo situaba en el número cinco.
Estaba usted entre los elegidos, en el sentido evangélico de la palabra. Y ya no hay recurso posible, Toni. Le tumbó la Junta Electoral, porque así lo demandaba el PSOE. Recurrió el PP al Constitucional y su caso debe ser tan discutible que el Tribunal se partió en dos, tres a su favor y tres en contra, y tuvo que decidir el presidente de la institución. No recuerdo, dicho sea en su honor, una división tan drástica en el Tribunal de Garantías. Sin embargo, yo no tengo dudas, y se lo insinuaba en la carta que le dirigí aquí mismo hace veinte días, el 25 de marzo. Usted no figuraba en el padrón de madrileños, qué le vamos a hacer.
La trampa no coló
Se empadronó hace un mes, pero el padrón se cierra el 31 de diciembre. Y mire que Toni Cantó vivió en Madrid. Vivió en esta Comunidad bastante más que en la valenciana, pero no se le ocurrió, ay, hacerse vecino de derecho en tiempo y forma. Y lo que ignoro es por qué la policía puso en su carné de identidad que residía en Madrid. Yo hace unas semanas que lo renové y la policía me exigió certificado de empadronamiento. Nada difícil: te lo dan automáticamente por Internet. Se nota que ustedes, PP y Cantó, tienen más mano en la policía. Pero no le valió de nada, Toni. La trampa no coló. Ni apelaciones a su derecho constitucional ni argumentación de abogados. Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. Ignoro cuántos votos le quitará su caída a Díaz Ayuso. Y este escribidor, Toni, lo celebra y lo siente. Lo celebra, porque si algo manda la ley, la ley está para ser cumplida y no para hacer trucos con ella. Y lo siente, porque creo que usted tiene más vocación política que teatral, aunque sea casi lo mismo, y a mí que más me da dónde estuviera empadronado usted.