la brújula

La carta de Ónega a los vecinos de Villafrechós: "El nieto de Salvador hoy fue el habitante del planeta que más alto llegó por sus propios medios"

Fernando Ónega dirige su carta los vecinos y el alcalde del pueblo de Villafrechós (Valladolid), de donde procede el dueño de Amazon.

ondacero.es

Madrid | 20.07.2021 23:28

Y buenas noches, señor alcalde y vecinos de Villafrechós, en la provincia de Valladolid. Hace un siglo, un señor nacido ahí, de nombre Salvador Bezos, emigró a Cuba, como tantos miles de españoles. Don Salvador tuvo un hijo, llamado Miguel Ángel, que se casó con una chica americana que aportó un niño al matrimonio, y ese niño se llamaba Jeff. Jeff estuvo a veros hace ahora diez años, porque quería conocer el pueblo de su abuelo, pero, claro, entonces Jeff no era conocido.

Nadie podía suponer que aquel señor, que entonces ya debía ser calvo y había sido repartidor de paquetes, estaba revolucionando el comercio mundial y que iba a tener un modesto patrimonio de 180.000 millones de dólares. Y ya lo veis: el nieto de Salvador, emigrante de Villafrechós, resulta que creó Amazon y hoy fue el habitante del planeta que más alto llegó por sus propios medios: a cien kilómetros de este valle de lágrimas.

Como diría Juan Ramón Lucas, subió más alto y más rápido que el precio de la luz. Esta mañana escuché al alcalde con Alsina y tiene un sueño: que ese señor de tan altos vuelos invierta diez millones de dólares a ras de tierra, en vuestro municipio, en algo muy secreto, muy original y, como el nombre de su abuelo, muy salvador de ese trozo de la España que se vacía. Estoy seguro de que dirá que sí, Villafrechós.

Diez millones de dólares son la tercera parte de lo que un señor estaba dispuesto a pagar por subir en ese cohete para un viaje de diez minutos. El nieto de Villafrechós gana en nueve segundos lo que uno de sus empleados durante un año. El nieto del emigrante acaba de estrenar una empresa de turismo espacial que es mucho más que un capricho de rico. El nieto de Salvador Bezos aspira a conquistar el universo, a llegar a Júpiter o Saturno, pero se dirá: si puedo hacer lo que nadie hizo, también puedo resucitar a Villafrechós.

Se le ha quedado pequeño este mundo, pero, como a todos los hijos de la emigración, el mínimo lugar donde vivieron sus ancestros le empezará a parecer grande y lo querrá hacer muy grande. Y aunque no lo haga, ya no hay quien os quite una gloria: el abuelo Salvador emprendió un día una aventura más difícil que la de su nieto Jeff, la aventura de conquistar el mundo, y vive Dios que lo conquistó.