Castellanos y Leoneses en edad de votar, estáis a punto de dejar de oír el ruido del mitin y de la petición de voto. Os queda poco más de media hora y por delante un día y dos noches para que abran los colegios electorales.
Supongo que la inmensa mayoría ya tenéis decidido el voto aunque nunca se sabe. En las últimas elecciones se ha dicho que los votos se deciden prácticamente camino de las urnas. Vais a elegir a vuestros 81 representantes en las Cortes de Castilla y León, pero como solo hay elecciones en las nueve provincias, toda España está pendiente de vosotros.
Hace tres años, hace siete y hace once, erais una comunidad autónoma más. Fuera de vuestros límites no apasionaba quién pudiera ganar o perder. El partido ganador añadía un territorio a sus dominios políticos. El perdedor, añadía una lágrima. Pasado mañana, no. Visto desde fuera, pasado mañana parece que se decide el futuro del Partido Popular y el liderazgo nacional de Pablo Casado. Parece que Pedro Sánchez se juega su manual de supervivencia y el PSOE su vitalidad o su desgaste y que Ciudadanos está en un quirófano operado a vida o muerte. Y que Vox le reserva a Pablo Casado su venganza por aquel discurso de la moción de censura. Y que nace la presencia parlamentaria de la España vaciada y que hay, además, un combate entre el CIS de Tezanos y las empresas privadas, a ver de quién nos podemos fiar.
Es decir, queridas gentes de Castilla y León, que nos tenéis en vilo al resto de los españoles. En realidad vais a votar a vuestros procuradores de los que saldrán vuestras cortes y vuestros gobernantes y sus azotes desde la oposición. Vais a votar a quienes gestionarán vuestros intereses, pero los periódicos y las radios de cobertura nacional hablaban esta mañana de estado de nervios. Miran a vuestra tierra a ver si en un pequeño pueblo alza el vuelo la mariposa que provocará un vendaval en Madrid.
Nos tendréis en vilo hasta no sé qué hora del domingo y hasta no sé cuándo si hay que hacer pactos en el Gobierno. Yo solamente os digo: Votad. Votad en conciencia y al contrario del chascarrillo popular, votad bien, pero mirando a quién.