Traigo estas notas que te escribo a ti, jovencita bullanguera de los disturbios de Logroño, a ti, diosa de la juventud, pandillerita del toque de queda, viniste al mundo a romper el techo de cristal y aquí te tienes, partiendo la luna de una tienda de Lacoste.
Ah, os escribo a vosotros, chavales de la luchita de la pandemia, héroes del vacío. Dicen que unos sois de un partido, otros de otro. Igual es que sois unos niñatos molestos, que os creeríais Daoiz y Velarde si supierais quiénes fueron. Yo os veo más en la canción de 'Esos locos bajitos' de Serrat. "Niño, deja de joder con la tapa de la alcantarilla".
Y diréis que aquí viene otro pollavieja, que es como os referís a los viejos. Del viejo que para que vosotros estudiéis echa el día en el taxi con la espalda como una alcayata. Y de la vieja, a la que echáis la bronca cuando llega de limpiar portales porque se ha equivocado con el Biofrutas y de la que os reís cuando no sabe lo que es el tiktok.
Y venís con el rollo de que sois la generación mejor preparada porque manejáis un teléfono que sabría manejar un mono. Y venís con la quena de que os tangaron porque no tenéis un deportivo con todo lo que habéis estudiado, tendréis un trauma pobres niños yunteros de deberes y casa con aire acondicionado, videoconsola y wifi. Se os ve muy estudiados, la verdad, no sabéis hacer ni una barricada.