Opinión en la brújula

La carta de Ónega al cocido censurado en Instagram: "Es un atentado contra la libertad de cocina"

Buenas noches al cocido gallego. Si alguien se está preguntando, seguro que sí, cuál es la razón para escribirte, cocido de mi vida, es por la información que leo en La Voz de Galicia con firma de Mónica Irago. Sobre una preciosa foto que te hizo don Richard Barreiro porque eres obra de su madre, este titular del diario: “El cocido gallego que Instagram censuró por violencia gráfica”.

Fernando Ónega

Madrid |

El cocido gallego, censurado. He cogido la foto, la he recortado, la he ampliado, he molestado a mis vecinos para preguntarles si percibían algún signo de violencia, gráfica o culinaria, porque yo temo estar contaminado por lo de Cataluña y todo lo que no sea disparar contra un helicóptero o mandar a la UCI a un Policía Nacional ya me parece pacíficamente vulgar o vulgarmente pacífico.

Y mis vecinos pensaban que era una coña y la del Sexto A me preguntó si no tenía una forma más inteligente de intentar ligar.

Déjame, plato de cocido censurado, que te describa tal como te veo: unos inocentes garbanzos, un reluciente cachelo, la carne correspondiente de cerdo o de ternera, incluso de gallina, el repollo porque todavía no hay grelos y unos esplendorosos chorizos. Pura belleza gastronómica. Un deleite para la vista.

Y van los censores de Instagram y retiran la foto –creo que eran varias-- porque contienen violencia gráfica, lenguaje que incita al acoso y actividad sexual. Esto último sí que me intriga: hay una enorme desproporción entre los cientos, quizá miles de cocidos que zampé en mi vida y mi actividad sexual, perfectamente descriptible. Tengo que revisar el manual de instrucciones del cocido, que algo me ha fallado.

Y ahora, cocido, justo cuando estás empezando la temporada, van y te censuran. No sé si habrán visto en el tentador chorizo algún símbolo fálico. No sé si el censor habrá sido un musulmán, que no puede ver un trozo de cerdo ni en fotografía. O quizá estemos ante una conspiración contra ti, cocido de mi tierra. Temo que estemos ante la guerra del cocido, que empieza por expulsarte de Instagram. Es el mayor atentado contra la libertad de cocina. Tengo que llamar al señor Torra, para que aprenda lo que es auténtica represión.