Y buenas noches, patria. Patria española, supongo. Patria de los poetas, patria de los soldados, patria de los guardias, patria de los políticos enardecidos. Últimamente solo se te puede ver escrita en los cuarteles de la Guardia Civil, “Todo por la patria”, unas veces de forma reluciente, otras medio borrada por el paso de los años y la escasez del presupuesto. Y solo se te puede escuchar en boca de Pablo Iglesias, que te ha descubierto y te incorporó a su lenguaje, incluso al lenguaje mitinero. De la boca de Pablo Iglesias nadie te quiere quitar, que luces muy bien en boca de comunistas.
De las fachadas de los cuarteles, sí, porque dice la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica que eres franquista, que te mandó poner ahí un decreto del Régimen de Franco en plena Guerra Civil, en 1937. Como si hasta entonces no existieras, patria mía. Como si no hubieran invocado el “Todo por la patria” los patriotas que se levantaron contra los franceses en 1808. Como si no hubiera habido un Quevedo que miraba los muros de la patria mía, “si un tiempo fuertes, ya desmoronados”. Tú, lema de los cuarteles, hablas de la patria de siempre, pero estás contaminado de virus franquista.
Creo que a nadie se le ocurrió pensarlo, porque todos te hemos visto ahí, año tras año, década tras década, y formas parte del paisaje, como los ríos y los valles, los edificios y las montañas. Lema sin padre ni madre, hasta que descubrieron el ADN de Franco 83 años después de ponerte. Cualquier día piden que se cambie el nombre de la Seguridad Social, porque también proviene del franquismo, como proviene este escribidor, que nació en 1947 y tenía casi treinta años de dictadura por delante.
Creo que te cambiarán, por mucho que proteste la Asociación Unificada de Guardias Civiles. Creo que el gobierno accederá a cambiarte para que nada cambie y mientras se sustituye el lema, los guardias de la Asociación no reclaman la equiparación de derechos, ni la sindicación, ni la reforma del Código Penal Militar. Sí, sacrifiquemos el “Todo por la patria” y ya no será posible aquel diálogo de las “Memorias” de Cándido:
– ¿Ves lo que pone ahí?
– Sí, mi capitán: pone “todo por la patria”.
– Bueno, pues a partir de ahora, la patria soy yo.