Al expresidente hay que creerle siempre porque de pronto se pone a hablar como si fuera de Austin, Texas -o las comes o las dejas- y cuenta que Pablo ha recibido un mundo fragmentado. ¿Pero es que nadie está pensando en el mundo que estamos dejando a nuestros hijos?
Así Aznar es el Sensei de Casado, es su profesor Miyagi y Casado Kid acude a él y Aznar va a donde los del gimnasio de Cobra Kai a decirles que no le den más de piñas.
Y ahí andan en el mindfulness de la derechona, hacen el backtobeisis y la postura de la garza del conservadurismo en el tatami de la séptima planta de Génova.
Cada mañana, cuando el sol sale por el centro derecha, para abdominales endureser, Aznagi lanza cocos sobre la tripa de Casado desde el balcón de selebrar. Decir el maestro que confrontar debe con el gobierno como si Vox no existiera y con Vox como si el gobierno no existiera. Esto es, dar sera y dar sera.