LAS CLAVES

Alguien tenía que decirlo: "Los guiones de Almodóvar se ha resentido porque se ha aislado en un universo cada vez más reducido"

José Ignacio Wert analiza y reflexiona sobre la trayectoria de Almodóvar.

ondacero.es

Madrid |

Ya está aquí, en diez días, se estrena 'La habitación de al lado', la primera película de largometraje en inglés de Pedro Almodóvar, con la que acabe de ganar el León de Oro en el Festival de Venecia…

Se hace difícil resumir la trayectoria de Almodóvar sin caer en tópicos que no se hayan dicho ya un millón de veces antes.

Director autodidacta, profesional de la Telefónica, su cine, esto es así, no se parecía apenas a nada que se hubiese hecho antes en una España que estaba en pleno proceso de cambio.

Esa primera etapa se puede caracterizar por muchas cosas tanto formales como "fondales" pero vamos a centrarnos en una: tuvo una frescura dialogando que marcó mucho el carácter de esas primeras películas…

'Pepi, Luci, Boom y otras chicas del montón', 'Laberinto de pasiones', la ya más ambiciosa 'Entre tinieblas' y su primera gran película, 'Qué he hecho yo para merecer esto', se caracterizan por una voz propia que va perfeccionando la planificación al tiempo que recoge uno habla que equilibra, de manera casi imposible, lo que se dice en la calle y cómo se dice en la calle pero teñido de surrealismo.

'Matador' y 'La ley del deseo' marcan el camino de la madurez… Que cristaliza en su primera obra maestra (para mí, su mejor película): 'Mujeres al borde de un ataque de nervios'.

Nominación al Oscar y cifras de taquilla casi inéditas en Estados Unidos para una película subtitulada… aquí toca lo más difícil, que es digerir el estatus de estrella mundial… no puede decirse que afectara mucho a su siguiente película, totalmente diferente pero muy estimable.

Pero, después de 'Átame' hay un primer conato de lo que queremos denunciar hoy en esta sección, se produce con 'Tacones lejanos' y 'Kika'.

Pero no dura mucho… A partir de 'La flor de mi secreto' (gran olvidada) se abre una etapa de madurez en la que encadena 'Cárne Trémula' (primer coqueteo serio con la política en su cine), 'Todo sobre mi madre' (una película con todas las papeletas para naufragar que, sin embargo, es su primera obra maestra en el drama, el primer Oscar) y 'Hable con ella', (película yo creo que por su desenlace hoy tendría muy complicado tener un recorrido de reconocimiento como el que tuvo en su día, Oscar al guion, recordemos, y candidatura para Almodóvar como director).

Entramos en los últimos 20 años de filmografía de Almodóvar.

El otro día escuché a Carlos Padilla una cita de Rafael Azcona que nos viene al pelo para la denuncia que queremos hacer aplicado a Pedro Almodóvar. Venía a decir algo así como que la calidad de los guionistas se resiente cuando ganan el suficiente dinero para poder coger taxis y dejar de ir en el transporte público.

Somos comprensivos: es muy difícil adquirir el estatus de figura mundial y no meterse en una burbuja que te aísle del mundo corriente. "Alguien tenía que decirlo: Los guiones de Almodóvar de los últimos veinte años se ha resentido porque el director se ha aislado en un universo cada vez más reducido".

Decía Alberto Olmos en Zenda este fin de semana que el director no habla de cine desde 1995. Bueno. Vamos a intentar ir por partes.

Aquí hay varias piezas que han fallado. Y una es la periodística. El periodismo deportivo ha demostrado casi mayor distancia analítica con Rafa Nadal que el cinematográfico con Almodóvar, al que llaman simplemente 'Pedro' con una mezcla de confianza y admiración que llega a producir algo de incomodidad en no pocos cinéfilos de a pie.

Aquí se ha llegado a correr un tupido velo sobre 'Los amantes pasajeros' que es un filme directamente indefendible: simplemente se rodó lo que no era más que el esbozo de una idea para un guion.

Claro que Almodóvar tiene "haters" y muy activos, en la opinión publicada y también en la crítica cinematográfica. Son pocos pero tan sonoros como Carlos Boyero. A veces se deja llevar por una evidente inquina personal. Pero muchas otras ocasiones ha sabido poner el dedo en la llaga. Por supuesto, con 'Los amantes'… pero también atreviéndose a señalar lo que chirria, y mucho, en las películas imperfetas, pero interesantes que ha rodado en este periodo, como 'Julieta'.

Decía Boyero en su crítica que se puso rojo escuchando ese modo en el que el padre de la protagonista había conocido a la chica marroquí que cuida de la madre.

En estos últimos 20 años, Almodóvar solo ha alcanzado su mejor nivel dos veces. Una, en 2006, con 'Volver', que le permite entroncar con La Mancha, el mundo que conoció en su infancia y con unas realidades que, como él mismo reconoció entonces, él estaba en contacto aun entonces gracias a sus hermanas. De ahí que sea la última vez que escuchamos diálogos que sonaban a realidad.

Y la otra es 'Dolor y gloria', porque habla de sí mismo y los problemas de salud que atravesó y de su mundo, el del cine. Lo que conoce.

Nos queda lo de la política.

Lo ha escrito Olmos y lo ha escrito también Cuartango hace poco: sus análisis son muy superficiales y se limitan a repetir un argumentario, legítimo, sólo faltaba, pero carente de interés porque él no aporta nada nuevo.

Si las vidas de sus personajes hacía tiempo que parecían –y a lo de Fez en Julieta nos remitimos- un reportaje de El País Semanal, sus discursos son ya indistinguibles de un editorial de ElDiario.es

Y eso se ha llevado por delante su anterior película, 'Madres Paralelas'. El mismo argumento le habría llevado a hacer un peliculón veinte años antes.

La trama de las fosas parece un McGuffin al principio, pero acaba adquiriendo todo el protagonismo en el tercio final. En 'La habitación de al lado' dice, se refleja su preocupación por los discursos del odio de la extrema derecha y por el cambio climático.

Según la crítica de Oti el otro día en 'ABC' la doctrina suele caer en la boca del personaje que interpreta John Turturro, de ahí que lo rebautice en su texto como John Tur-turra. Estamos deseando verla, no tenemos nada en contra del Almodóvar, cineasta que nos ha dado grandes momentos de disfrute, pero… alguien tenía que decirlo.