El protagonista de Alguien tenía que decirlo de hoy es un compositor cuyo centenario conmemoraremos el día 16. Además, el 14 de junio, se cumplirán treinta años de su muerte. Para José Ignacio Wert su legado ha sido "masacrado y arrastrado por el peor fango destinado a las obras musicales, sus enemigos son muy poderosos: los recibidores de los hoteles, las salas de espera de los dentistas, los piano bares, las colecciones de versiones tipo música maravillosa para gente maravillosa y, sobre todo, los ascensores".
Por ello, Wert considera que "Henry Mancini es un músico que merece ser liberado de una vez de las garras de la música de ascensor".
Cuenta el colaborador que el músico comenzó a tocar la flauta a los ocho años por influencia de su padre, a los doce sumó el piano y esta formación musical se interrumpió cuando fue llamado a filas en la Segunda Guerra Mundial. Comenzó escribiendo música para la radio y su especialización en cine y televisión llegó gracias a trabajar con contrato en Universal. Llegó a participar en cien títulos y ya hacía el final firmando él la banda sonora.
Mancini confesó que era "poco agradecido" componer música par alas comedias porque las carcajadas impedían escucharla bien. El trabajo del artista para la música de Frenesí fue rechazada por Alfred Hitchcock y "pasó a formar parte de la larga lista de bandas sonoras no utilizadas de la Historia del Cine".