Este es el primer lunes tras el cambio de hora de este fin de semana y quizá ya hayan notado las consecuencias. Para aquellos a los que les ha tocado madrugar, por ejemplo, y les haya costado un poco más de lo normal levantarse, les decimos que es normal porque con el cambio de hora, de hecho, hoy se han levantado una hora antes.
Vamos, su reloj dice que es la misma hora, pero su cuerpo asegura que de eso nada. Que tiene más sueño que lo normal.
Quizá ese malestar de esta mañana se compensa porque a esta hora todavía es de día y como que nos invita más a salir de casa.
Lo cierto es que nos guste o no, hemos vuelto a cumplir con la tradición sacrosanta de cambiar la hora aunque se nos dijo, en 2019, que iba a desparecer. Lo dijo la Unión Europea, tanto la Comisión Europea como el Parlamento. Se había tomado la decisión de que ya no tenía mucho sentido. Incluso se llegó a hacer una consulta pública para que los europeos dijésemos si preferíamos quedarnos ya, para siempre, con el horario de verano o con el horario de invierno.
Por ello, hablamos en 'La brújula' con Sandra Martínez, de ARHOE, de la Comisión Nacional para la Racionalización de Horarios, que explica por qué no se ha llevado a cabo todavía la eliminación del cambio de hora. "Las personas no quieren seguir haciendo el cambio horario", dice y alega que se trata de "falta de interés político".
Además, recuerda los efectos negativos que supone el cambio horario sobre la salud y que tampoco tiene un efecto de ahorro energético, lo que provocó su origen.
El problema que tenemos en España es que "no estamos en el meridiano que no corresponde, estamos fuera de nuestra zona horaria natural y con el cambio que hemos tenido ahora, el de verano, estamos dos horas de desfase respecto al horario solar". Por ello, su propuesta es quedarse en el horario de invierno y en una fase posterior, volver a la zona horaria natural.