Probablemente, la mayoría de las personas rechazamos la agresividad y la violencia, pero estaríamos faltando a la verdad si no admitiésemos que vivimos en una sociedad donde la agresividad y la violencia cada día están más presentes.
Desde pequeños, nos acostumbramos a ver escenas de agresividad; posteriormente, muchos de los juegos de nuestros hijos están llenos de violencia y agresividad y, finalmente, los comportamientos de muchos adultos carecen de un mínimo equilibrio emocional, y destacan de nuevo por sus actitudes violentas y agresivas.
En este contexto, ¿de verdad resulta tan extraño que cada día veamos cómo se incrementan las agresiones y las conductas violentas?
