Pedía respirar el moderador para calmar los ánimos de los candidatos Lula y Bolsonaro que anoche protagonizaban y polarizaban el último debate televisivo antes de las elecciones del domingo
Pasado mañana primera vuelta de las elecciones en Brasil (obligatorio votar por ley). Segunda vuelta el 30 de octubre. Aunque podría no celebrarse si el ex presidente Lula Da Silva logra más del 50% de los apoyos. Hay encuestas donde supera esa barrera. La última, de ayer jueves, se quedaría en ese 50%. El aspirante a la reelección, Jair Bolsonaro, sigue en una horquilla de distancia entre los 14 y 16 puntos. Así que esa es la principal incógnita.
La certeza, y esa es la sensación una vez más, es que votar a Lula da Silva, es el mal menor. Igual que en 2018, cuando la indignación por los mandatos de Dilma Rousseff y Michel Temer derivaron en la elección de Bolsonaro. Y en esa división vive el país sin otros candidatos que puedan conciliar esa polarización.
Así que el voto útil (el mal menor) se lo está llevando Lula. Es la sexta ocasión que concurre a unas presidenciales. Ganó en 2002 (consiguió el mayor número de votos de la historia democrática de Brasil, con un 61%) y fue reelegido en 2006. En ambos casos fue en segunda vuelta.
Contamos con la ayuda para resolver algunas dudas de cara al domingo y lo que puede venir después, con Rogelio Núñez Castellano, investigador del Real Instituto Elcano que señala que no tiene "claro que haya victoria clara de Bolsonaro. Muchos votantes de Lula tienen miedo de decirlo porque temen incluso por su vida. Apostaría que habrá una segunda vuelta"
Esta ha sido una campaña con bastantes dosis de tensión. Tres de cada cuatro votantes (67,5%) teme sufrir agresiones por motivos políticos, según una encuesta de la firma Datafolha. Tres seguidores de Lula han muerto en discusiones políticas con simpatizantes de Bolsonaro. Y recordemos que, la última campaña, la de 2018, Bolsonaro sufría un atentado en Minas Gerais. Se piensa que aquel episodio reprobable, fue lo que más tarde pudo llevarle a gobernar Brasil.: "La polarización, enfrentamiento y crispación divide incluso a las familias. Por desgracia, son los tiempos en los que nos ha tocado vivir, es la grieta". comenta Rogelio.
"Lula es un animal político. Si alguien puede restañar las heridas es Lula. Bolsonaro se mueve en aguas de polarización", finaliza.