El número de personas sin hogar en España no ha parado de crecer en esta última década. Hace diez años el país estaba saliendo de una fuerte crisis, pero nadie nos avisó de que poco tiempo después, tendríamos que hacer frente a una pandemia mundial, a una guerra dentro del continente europeo o a otra crisis económica. Tampoco nadie nos dijo que los precios de la energía superarían máximos históricos o que España se convertiría en el país con mayor tasa de paro de Europa.
Estos son algunos de los problemas que han ido golpeando a las familias españolas consecutivamente hasta provocar consecuencias como esta: un país donde en los últimos años se ha extendido el uso del término sinhogarismo para hacer referencia al fenómeno social que afecta a las personas sin hogar.
Gente que representa la cara más severa de la exclusión social. Sin poder acceder a un trabajo, a una casa, a recursos económicos para vivir o a los servicios de atención primaria, viendo reducida su esperanza media de vida hasta 20 años con respecto al resto de la población.
Un grupo en el que corren un riesgo mayor las mujeres pero donde en estos últimos años, vemos a un perfil más joven. Ese es el nuevo rostro de las personas sin hogar que preocupa cada vez más en España.
Hoy, el Instituto Internacional de Estadística, ha publicado datos actualizados sobre esta triste realidad. 30.000 personas viven en la calle en España.
Abordamos el asunto en profundidad con Jesús Sandín, responsable del programa de atención a personas sin hogar en Madrid (ONG Solidarios para el desarrollo)