Desde que los talibanes tomaron el poder en julio de 2021 la situación del país se ha deteriorado considerablemente. La de las mujeres, más. Están condenadas a vivir en la oscuridad. Dentro y fuera de su país, del que los medios de comunicación apenas hablan desde que se inició la guerra en Ucrania.
Las mujeres afganas no pueden ir a la universidad, ni cursar estudios secundarios. Tampoco entrar en los parques. Ni trabajar para las oenegés... Siempre cubiertas con el burka y condenadas a moverse con un "guardián". Así transcurre su vida. Sus rostros tristes y resignados lo dicen todo. Las que han podido huir cuentan así su historia…
No todas las afganas se conforman. Hay una pequeñísima minoría que se rebela ante esa realidad. Pequeñísima, porque en Afganistán quedan apenas unas decenas de mujeres periodistas que siguen al pie del cañón, defendiendo su trabajo, que es muy importante, porque de ellas- y de los pocos reporteros que ejercen la profesión en el país- depende que se sepa qué es lo que realmente ocurre dentro.
Para tratar de entender la grave situación de las mujeres afganas hablamos con la periodista, profesora universitaria y vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras, Pilar Bernal.