Si echamos un vistazo a las fotografías de prensa de las múltiples cumbres internacionales que han tenido lugar antes del año 2022, podemos ver en muchas de ellas a un sonriente Vladimir Putin compartiendo confidencias y estrechando manos con sus homólogos occidentales, desde la ex canciller alemana Angela Merkel, al mismísimo presidente de EEUU, Joe Biden. Hoy, cumplido un año de la guerra en Ucrania, esas fotos nos parecerían una fantasía absurda e incluso obscena.
De hecho, antes de la invasión, la actitud de Putin ante la pandemia del coronavirus ya desató muchas informaciones sobre su obsesivo comportamiento. Por ejemplo, con esa imagen tragicómica del presidente francés Emmanuel Macron, en una larguísima mesa blanca sentado al otro extremo del presidente ruso (en Moscú, el 7 de febrero de 2022).
Ahora no son pocos los analistas y politólogos que aseguran que Putin está obsesionado hasta el delirio por impulsar el rol de la gran Rusia y un nuevo orden mundial. Esto dice Steven Fish a la 'BBC', que es profesor de Ciencias Políticas en la Universidad californiana de Berkeley.
¿Es realmente así o nos estamos dejando llevar por la "propaganda occidental"?. También cabría preguntarse si Vladimir Putin es el único y exclusivo responsable de su propio aislamiento, o si en cambio ciertos actores internacionales, empezando por la OTAN, le han "empujado" a ello. De momento ayer, en el discurso ante la Duma, el presidente ruso insistía en su retórica contra occidente.
En 'La brújula' contactamos con Moscú para hablar con la historiadora y socióloga rusa Elena Bogush, que asegura "nadie sabe qué quiere Putin". Porque "Lo que hace es bastante irracional" y confiesa que están "viviendo en un mundo absurdo, en un mundo al revés donde el negro es blanco y el blanco es negro".
En cuanto a la población, Bogush asegura que hay "un delirio inducido" porque "cuando todos empiezan a hablar lo mismo, esto contagia a la gente". Eso es lo que está ocurriendo con los medios en Rusia, "nuestra televisión está contagiando, envenenando a la gente, pero me parece que no tiene tanto éxito como pretende porque por lo que yo veo, la mayoría de la población no apoya activamente esto. Simplemente están callando con miedo, con apatía", dice.