Estamos en el periodo en que más población española decide marcharse de vacaciones para desconectar unos días de su rutina diaria. Las expectativas por estos días libres pueden ser muy altas, pero está comprobado que 1 de cada 4 personas no consigue desconectar en vacaciones. Ante esta realidad, muchas personas se plantean si es mejor planificar las vacaciones previamente o dejarlo todo a la improvisación.
Los estudios psicológicos muestran que lo mejor es solo planificar algunas cosas, lo más importante.
¿Cómo nos afecta el calor psicológicamente?
La psicóloga María Jesús Álava Reyes explica que el calor nos puede afectar negativamente, influyendo en nuestro humor. "Está comprobado que el calor provoca agotamiento tanto físico como psíquico en las personas, y no te quiero ni contar si en lugar de estar de vacaciones estás trabajando. A nivel físico, se produce una bajada de la tensión arterial que afecta negativamente a personas hipotensas, hay un riego inadecuado en el cerebro y hay una alteración en el estado anímico debido a las temperaturas", explicaba María.
"Las personas mayores son las que más se ven afectadas porque son más propensas a sufrir ese choque de calor. A nivel psíquico, es frecuente que se produzcan episodios de ansiedad; algunas personas pueden volverse más agresivas, especialmente cuando las temperaturas alcanzan los 37 o 38 grados", continuaba.
"Entonces, se genera un estrés ambiental, y de hecho, en verano, si lo analizamos, es cuando se producen los delitos más violentos. Incluso la conducción se ve afectada, como muestran algunos datos que ponen de relieve el uso exagerado del claxon en esta estación estival, y también los casos de depresiones leves se ven influenciados negativamente por el calor", concluyó.
El alcohol no es positivo para combatir el calor
María Jesús desmitifica también que el alcohol sea bueno para paliar el calor. Uno de los enemigos más fuertes del verano es el alcohol. "Desde luego, el alcohol no es lo mejor para combatir el calor, pero hay muchísimas personas que optan por esa vía. Hay adolescentes que beben como cosacos en verano, los jóvenes no se quedan atrás y muchos adultos se comportan como niños, bebiendo sin control y provocando situaciones muy molestas e incómodas para los que están alrededor. En definitiva, el calor nos puede afectar muy negativamente, tanto física como emocionalmente".
Contratiempos en vacaciones
Sobre porque cuesta tanto desconectar en vacaciones, explicaba que: "Muchas personas, durante los primeros días de vacaciones, pueden sufrir un bajón importante. El cambio de ritmo es tan brusco que nuestro organismo lo nota y nos pasa factura. Es muy habitual que la presión haya sido tan fuerte que, cuando baja de golpe en vacaciones, lo acusamos en forma de debilidad generalizada, una especie de cansancio atroz. Incluso hay personas que tienen una crisis de ansiedad en los primeros días de vacaciones".
"Entre los contratiempos estaría también seguir conectados con los problemas del trabajo. Hoy en día, cada vez es más difícil desconectar a través de la tablet, el portátil o el móvil. En este sentido, hay muchísimos profesionales que directamente te dicen: "Yo sé que al principio me va a resultar imposible. De las tres semanas de vacaciones, la primera estoy aún conectado, la segunda a lo mejor la disfruto un poquito y la tercera ya me vuelvo a conectar", continuaba.
"Además, se pueden dar dificultades de convivencia entre los distintos miembros de la familia: pareja, hijos, abuelos. No es fácil hacer coincidir intereses las 24 horas del día, y a veces esta convivencia puede provocar una sobredosis de estar juntos", concluía la psicóloga María Jesús Álava Reyes.