Concertar una cita en la Seguridad Social es cada vez más difícil y las quejas, son tantas, que el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha tenido que recogerlas en el último informe, referido al año pasado.
"Los ciudadanos nos han señalado con sus quejas, entre otras cosas, que los procesos de digitalización han de ser compatibles con la asistencia presencial para que personas que por diversas circunstancias tengan dificultades para acceder a la comunidad on line puedan hacerlo", ha explicado Gabilondo.
Estas quejas han llegado en reiteradas ocasiones al Congreso. La última, esta misma mañana durante la moción de censura de Ramón Tamames.
"Sencillamente el Ministro de Seguridad Social ha sido llamado al orden por del Defensor del Pueblo ante las incesantes quejas de retrasos de toda clase, de teléfonos robot que no funcionan, de meses y meses de espera…", ha expresado el candidato.
Lo cierto es que cada vez hay más voces que plantean, incluso, que quizá no sea muy constitucional que te exijan una cita previa para hacer una gestión con la Seguridad Social o cualquier otra administración pública. Algo que se generalizó a raíz de la pandemia. Entonces tenía sentido por cuestiones sanitarias, pero ahora no.
Sea como sea, en estos momentos, la única forma de acceder a determinadas gestiones es a través de la cita previa: ya sea por la web o el teléfono. Y esto ha atraído a ciertas mafias que se han dedicado a captar todas las citas para luego revenderlas al mejor postor.
La semana pasada, en el Congreso, el propio ministro Escrivá reconoció que había un problema, pero que lo estaban subsanando. "Un 1% de todas las citas hemos detectado que se hacen desde robots. Estamos bloqueando las IP de esas instancias que están haciendo un uso espurio de las IP. Estamos dificultando la identificación para que los robots no se nos metan en el sistema", respondió el ministro a las acusaciones de reventa de citas de la diputada 'popular' Alicia García.
En las colas de las oficinas de la Seguridad Social encontramos todo tipo de casos de personas afectadas por el colapso de la Administración.
Alberto es italiano y lleva meses intentando conseguir el NIE. Esta mañana se ha acercado a una oficina por última vez. Si no lo consigue, abandonará España. Está harto de la burocracia
Otra mujer que hace cola cuenta que ha contratado a un gestor para que le lleve la documentación después de conseguir la nacionalidad española. Pero ahora tiene dos altas en el sistema, una con NIE y otra con DNI.
Carlos necesita su vida laboral. El drama está en que tienes que comunicarle a la Seguridad Social cuál es tu teléfono y eso lo tienes que hacer en persona. Conseguir la cita se ha convertido en un trámite angustioso.
Desde hace una semana los funcionarios tienen orden de atender a la gente aunque no tengan esa cita.
Enrique García, portavoz de la OCU, explica que en esta situación "hay un antes y un después de la pandemia".
"Ha habido un deterioro clarísimo de la atención pública en la Seguridad Socia y otras oficinas. La Administración atiende mal a los administrados", critica