A menudo se nos olvida que esta criptomoneda es todavía una "adolescente" en términos financieros. Cumple tan solo 16 años este mes de enero, pero su ascenso ha sido meteórico. Según los últimos datos, el universo bitcoin ronda los dos billones de dólares de valoración. Para ponerlo en perspectiva es un valor superior al que tiene en bolsa Tesla de Elon Musk. Su cumpleaños, como buen Sweet Sixteen que se precie, se conmemora en un ambiente de júbilo. ¿El encargado de los fuegos artificiales? Donald Trump, quien en campaña se ganó la amistad del gremio prometiendo hacer de EE.UU. el epicentro mundial del bitcoin.
Los criptobros gastaron más de 135 millones de dólares durante el ciclo electoral, más que cualquier otra industria. Y ahora recogen los frutos. Trump se ha rodeado de asesores procripto, ha nominado a altos funcionarios ligados al sector (como el entusiasta Paul Atkins quien dirigirá la Comisión de Bolsa y Valores), e incluso está considerando una reserva de bitcoins estratégica. El futuro parece prometedor para el gremio. Tanto es así que tras su victoria la moneda digital tocó máximos históricos por encima de los 100.000 dólares anticipando una regulación más amigable. Los 52 millones de estadounidenses que ahora poseen estos activos digitales se frotan las manos.
Hoy es un activo financiero global adoptado tanto por los gigantes de Wall Street como por los inversores aficionados, pero surgió al calor del movimiento nacido a finales de los años 80 llamado Cypherpunk.
Estos activistas digitales aspiraban a posicionarse fuera de las estructuras de poder y de las jerarquías asociadas a él. Experimentaron con la creación de una moneda que gracias a la criptografía fuera anónima, sin intermediarios ni terceros, pero no prosperó. Fue Satoshi Nakamoto, el seudónimo utilizado por el misterioso creador del Bitcoin, quien retomó el interés en estas tesis y las hizo funcionar.
Cuando minó y creó las primeras 50 monedas, dejó un mensaje oculto incrustado. Un titular de la portada del Times que decía: “El Ministro de Hacienda al borde de un segundo rescate para los bancos”. Un verdadero grito de guerra contra el sistema en plena crisis financiera internacional. Satoshi había decidido que había llegado el momento de una nueva era en la que las personas tuvieran más control sobre su dinero.
Un hito destacable en este camino tiene como protagonista al desarrollador Laszlo Hanyecz. Él fue el primero en realizar una transacción con bitcoins para comprar un bien físico. Concretamente por un bien delicioso: la pizza.
Una hazaña que se recuerda cada año en el Bitcoin Pizza Day.
Ha resultado ser la cena más cara de la historia. Esos 10.000 bitcoins son el equivalente a 1.000 millones de dólares actuales. Aunque en su defensa hay que decir que en ese momento, un bitcoin valía muy poco, unas cuatro décimas de centavo y dos pizzas alrededor de 40 dólares. Por cierto, que en la red social X el protagonista pide a algún colega que le pase algún trocito de bitcoin porque hoy está sin blanca. Más dolido está James Howells, un ingeniero informático de Gales que accidentalmente tiró a la papelera un disco duro que contenía 8.000 bitcoins.
Más de una década después sigue buscando en el vertedero local de miles de toneladas de desecho… por si hubiera suerte y encuentra los 800 millones…
Hay que recordar que es un activo de alto riesgo, propenso a grandes oscilaciones por eso muchos expertos siguen pensando que no es válida como moneda reserva o para transacciones a gran escala. Bitcoin llegó al dólar en febrero de 2011 y en julio de ese año, ya valía 31 dólares. Dos años después, subía hasta casi los 300 y a finales de 2017, protagonizó un 'rally' que lo aupó hasta los 20.000 dólares. En noviembre de 2021, el precio de Bitcoin se disparó a casi 70.000 dólares. El mundo de las criptomonedas estaba en un momento dulce…
Kim Kardashian animó a sus seguidores de Instagram a comprar criptos, y deportistas como Tom Brady las promocionaron en anuncios televisivos de la Super Bowl. Incluso El Salvador se convirtió en el primer país en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal. Hasta que la burbuja estalló. El fundador de la mayor plataforma de intercambio de bitcoins fue sentenciado a 25 años de prisión por fraude y lavado de dinero lo que provocó caídas en picado. A pesar de los escándalos, la criptomoneda ha cerrado un 2024 de infarto y se enfrenta a su adolescencia con el viento de cara. Parece un cumpleaños feliz… aunque no creo que exista nada más volátil que ligar tu futuro a la voluntad de Donald Trump.