Un tema muy debatido, tan apasionante como controvertido. Hay quienes piensan que el medio es fundamental y quienes sostienen que la genética es determinante.
Muchas familias se preguntan cómo es posible que, con la misma educación, sus hijos hayan evolucionado de forma tan diferente.
Nuestra psicóloga, María Jesús Álava Reyes, explica que la educación es un proceso que "no termina nunca" y que "hoy sabemos, con absoluta certeza, que la educación empieza antes del nacimiento". Añade que no "sólo por la influencia del periodo de gestación", sino que también influyen las ideas previas que los padres tienen sobre cómo educarlo.
En cuanto a la pregunta de si pesa más la dotación genética o el entorno, asegura la psicóloga que todo depende de cómo sea el temperamento con el que el niño nazca y su medio. "Todos nacemos con un temperamento único y en función del medio que nos rodea desarrollamos nuestro carácter".
Considera importante Álava Reyes comprender que hay niños que nacen ya felices y otros que nacen con una insatisfacción permanente.
Lidiar con un niño agresivo
Cuando surgen las dificultades y tenemos que lidiar con un niño agresivo, la experta apunta que es necesario entender que "ni él ni sus padres tienen la culpa de que haya nacido con ese temperamento que le ha condicionado de pequeño y le ha dificultado la aparición de conductas sociales más conciliadoras". Como punto importante señala "no desesperarse". Así como, no relajarse, "ni bajar la guardia" y estar "permanentemente dispuestos y alerta para ayudar a estos niños en lo que necesitan para facilitarles ese control que no tienen y para enseñarles a aceptarse y superarse a sí mismos. importante pedir ayuda".
Sobre todo recuerda que "no son niños imposibles ni irrecuperables".