Abrimos el almacén de vinilos y me encuentro con Pombo buscando un disco en el armario del año 1991. Ha llegado el momento de “Banda sonora”, el espacio con el que nos acercaremos a la actualidad a través de partituras de películas, sean clásicas o actuales, y que siempre nos ofrecen un ángulo diferente para el análisis. Pablo pregunta: "¿A qué está sonando la realidad por debajo del discurso político?".
Pombo responde con la banda sonora de El silencio de los corderos (1991). Explica que para identificarla dará tres pistas:
Primera, es la última película en ganar los cinco Óscar más importantes: mejor película, dirección, actor y actriz protagonista, y guion adaptado, ya que la historia viene de un libro. Solo tres películas en la historia han logrado este "Top 5" de estatuillas.
Segunda pista, la banda sonora está compuesta por Howard Shore, ganador de tres Óscar, tres Globos de Oro y cuatro Grammy. Shore, nacido en Canadá en 1946, es un colaborador frecuente de David Cronenberg y Martin Scorsese. Además, ha trabajado con la siguiente generación de directores, como David Fincher en Seven.
Tercera pista, Pombo menciona que nada refleja mejor el ambiente del próximo Congreso del PSOE que el estremecedor silencio de los "corderos socialistas".
Cita una línea memorable de Hannibal Lecter: "Uno del censo intentó hacerme una encuesta. Me comí su hígado, acompañado de habas y un buen chianti…".
Este momento sirve para reflexionar sobre el paralelismo entre la película y la situación política actual. En El silencio de los corderos, se narra la historia de una atracción, en parte interesada, entre el preso Hannibal y la investigadora del FBI, Clarice Starling. Ambos personajes, traumatizados en su infancia, están en busca de un asesino en serie con un nombre poco común. El guion avanza gracias al "quid pro quo", un intercambio de información que se convierte en la clave de la investigación.
En otro diálogo, Hannibal pregunta a Clarice si sabe por qué llaman "Buffalo Bill" al asesino, lo que lleva a una conversación sobre cómo los asesinos en serie guardan trofeos de sus víctimas. Pombo aprovecha para hacer una analogía con Pedro Sánchez, quien, según él, acumula "trofeos" de sus antiguos compañeros.
Los socialistas, como los corderos en la película, se encuentran en una situación incierta, expuestos a la arbitrariedad y al capricho. Nadie, ni siquiera los que se sientan en el Consejo de Ministros, puede sentirse seguro. El miedo se ha extendido desde la cúpula hasta los territorios, y muchos se preguntan si serán las próximas víctimas en una posible purga.
Pombo vuelve a citar a Hannibal para desvelar la naturaleza del problema: "La codicia, esa es su naturaleza". No es la política, sino la codicia la que explica lo que ocurrirá en el Congreso del PSOE: purgas, crisis de gobierno y la desaparición del espinazo ideológico del socialismo territorial.
El desenlace de esta situación política está próximo. Como en la película, el tiempo es un factor clave. Cuando llegue la última llamada, será toda España la que responda, no solo Clarice.
