Traigo este cuaderno a 7.675 pies de altura a ti querido avión cojo, una rueda menos en el tren de aterrizaje, 130 personas a bordo.
Toda la tarde ahí arriba, volando en círculos sobre Tarancón quemando combustible y esperando aterrizar de emergencia. Se apagaba el cielo rosado de Madrid y tu trayectoria de vuelo enroscándose sobre la pantalla del radar como una madeja verde de angustia.
Se debía de ver rara esta nación desde allí arriba. El Rey hablando hoy en el Congreso y diciendo que esta "no es España de unos contra otros", y claro habría estado bien saber quiénes eran los unos y los otros, porque Don Felipe a veces ¿sabes? habla así un poco a lo Panenka y dice que España es "de todos para todos" y no sé si en realidad es de "todos contra todos".
No sé si el discurso del Rey ha gustado a todos o a nadie. A Iglesias le ha gustado porque aplaudía el tío, con lo que ha sido, y dicen que en la Moncloíta de Galapagar va a montar el círculo borbónico de Podemos.
Y tú pensando ahí arriba "Qué me hablas del Gobierno, si yo ya tengo suficiente con los 130 que llevo a bordo y que van ahí clavándome las uñas en los asientos". Y abajo la gente esperándote con las sirenas y las palmas hacia arriba como si te quisieran sujetar la panza sobre la pista. Viste el caza que volaba a estribor? Ese F18 era España. ¿Qué rico, tomar tierra, verdad? Te estamos esperando. LO has hecho muy bien. Bienvenido.