Traigo que es viernes y la variante británica lo sabe. Ha dicho María Jesús Montero a las comunidades autónomas que hay que cambiar el chí. Fernando Simón, brujo aragonés y chamán de Jacetania que lee el futuro en los bronces de Cotorrita, decía que la nueva cepa tendría un impacto marginal en nuestro país, y asegura ahora que van a aprender inglés los sepultureros. En Madrid ya vamos por uno de cada tres casos del virus londinense. Dice Boris Johnson que con la variante británica se contagia más y es más mortal. En mayo había matrimonios que dormían en la misma cama y uno tenía el virus y el otro, no. Ahora el plan familiar es tomar el aperitivo en el Zendal con esos niños tan monos, se llaman todos Mateo y Jonhs Hopkins.
Se habla de los alcaldes inmunes, de lo del maestro Arévalo con Malena Gracia y del culillo del vial de la vacuna. Creo que a mi Españita le da más miedo encerrarse en casa que morirse. Hacen ataúdes con dos cuartos de baño y piscina comunitaria. Quisimos salvar la temporada turística, a ver si salvamos la vida.
El plan de Moncloa es la cogobernanza, que significa que manda Sánchez pero el marrón es de las comunidades. Mientras en Moncloa el plan es construir imágenes literarias con resurrección y métele Faro, que siempre queda muy bonito. A ver esta: Mi Españita será el faro de resurrección del conflicto de intereses. Dice el Tribunal de Justicia de Cataluña que habrá autonómicas si no endurece las medidas sanitarias... el candidato favorito que es del PSC. Mira Illa, eh, parecía un filósofo cuando lo compramos.
