Hoy traigo apuntado que anda uno dándole vueltas a si en España hay antisemitismo. Los echamos de la Península, pero no debía ser odio a los judíos. Los gasearon, pero tampoco debía de ser antisemitismo. Fue una idea de olla de un señor chiquito con bigote al que le faltaba un huevo. En España se dice perro judío y su nombre está asociado a la avaricia. Uuna casualidad lingüística.
Nadie conoce a un judío. Yo sí. Cuando era un niño. Se llamaba Raff Esraíl, miembro de la resistencia, encerrado en Drancy, en Auschwitz, y superviviente de Dachau. Venía a casa con frecuencia. Era un hombre bondadoso con un extraño tatuaje en el brazo que decía 173.295, su número de preso. Conoció a Liliane en Drancy. Cuando la liberación, se buscaron y nunca más se volvieron separar. Formabanuna pareja magnífica que sonreía a contrapronóstico. Ya siendo mayores, les pintaron una cruz gamada en la puerta pero tampoco había antisemitismo, eh.
Raff murió el pasado año. Parece un poco raro que el día en que matan judíos por el hecho de ser judíos, aquí se describe una disputa por unas tierras, gente pobre, desigualdad, odio, así en general. Es por el odio, en el mundo hay odio como hay agua en la atmósfera y lava bajo la tierra y como hay odio, pues pasan cosas. Otros horrores se explican mejor. Si un grupo armado entra en las mezquitas y mata a cientos de seguidores de alá, haríamos bien en hablar de islamofobia. O de otras formas de intolerancia. Se denuncian homófobos, gordófobos, aporófobos, tránsfobos, capacitistas, edadistas y misóginos, pero por ninguna parte se aparecen los de la judeofobia, ni tampoco la cristianofobia, por cierto.
