Hoy traigo apuntada la noche lacrimógena en Ferraz de humo de las velas y de las porras.
No termina de cuajar la negociación y se va a quedar Santos Cerdán en Bruselas un poco como Puigdemont. Yo me quedé sí una vez atrapado en Bruselas y no era mal sitio, tuve que lavar las mudas en el lavabo de la habitación del hotel. Santos, los viajes a Bruselas no son buenos si no terminas lavando los gayumbos en el lavabo del hotel. Diálogo bruselense por el bien de mi Españita, dice así. Querido Carles, la Audiencia Nacional de terrorismo pretende acusarte. Santos, yo te digo que como en casa no se está en ninguna parte.
En el Finantial Times van aplaudiendo la amnistía. Una de las cosas malas del procés ha sido darse cuenta de lo que le gusta a la prensa la épica de los pueblos oprimidos. Me han hecho perder la ilusión y voy por ahí como un perfecto descreído y cuando leo que tal país oprime injustamente a tal región pienso que los de esa región deben de ser unos majaderos importantes.
Aquí, por ejemplo, amnistiar a los golpistas implica que sean golpistas todos los demás. Terminarán metiendo en la trena a los que se manifiestan delante de las sedes del PSOE mientras amnistían a los presuntos terroristas del tsunami y al bello Puigdemont, que se le está poniendo tilde en la ó.
Me quiero acordar de que cuando echaron a Sánchez del PSOE los que lo apoyaban también rodearon Ferraz. Esta vez a Sánchez no le pareció tan mal.