Traigo las notas del 18 de mayo, tradicional sesión de Control a la oposición. Hoy, Sánchez le ha afeado al PP que en el procés mandara a la Policía Nacional, a la que ha llamado 'los piolines' por lo del barco en el que dormían. En Euskadi, a los polis les llamaban txakurras que significa perro y después les llamaron despectivamente piolines los independentistas y Sánchez. Si quiere sobrevivir, mi Pedro puede votar con los independentistas pero no hablar como si fuera uno de ellos.
En Cataluña siguen a su aire. Ahora estudian cobrar cuatro euros más por cajetilla de tabaco y recuperar después 20 céntimos por cada colilla que se devuelva al estanco.
La izquierda nos quita hasta del tabaco y de las colillas. El cannabis ya lo ven de otra manera. En Más Madrid creen que regulan los porros colocarán a 100.000 personas, pero yo creo que serían muchas más. Ya decía Antoñete que para torear y para tomarse una cerveza era importante estar bien colocado. Yo comencé a fumar Lucky por Antoñete, pero lo dejé de fumar porque me canso de todo.
Ahora quiero ser recogedor de colillas, ir por la Gran Vía con mi latita rebuscando por el suelo, me abalanzaré sobre los pitillos que dejan por la mitad los grandes señores. En las colillas manchadas de pintalabios soñaré que paseo del brazo con mujeres que si quiera se tomarían la molestia de mirarme.
Subieron el precio del tabaco, advirtieron de la impotencia, pusieron fotos de cadáveres que se parecían a tu tío y ahora hay que devolver las colillas. Cada vez está más complicado matarse. Pronto será más fácil pedir la eutanasia que un pitillo.
