Traigo las notas del 4 de junio, día de la independencia delos Estados Unidos y san señor del puro en los cenáculos. Sánchez sigue erre que erre con las conjura de poderes oscuras contra su persona.
La oposición, según él trumpista, le está haciendo el trumpismo. En realidad, ver trumpismo en la oposición ya supone trumpismo. Mi pedro tiene que andar con ojo porque si sigue así podría terminando por citar a Soros y decir que con si te pinchas la cuarta de Pfizer te encoje el pene siete centímetros.
Pocas cosas inspiran más ternura que un conspiranoico. En Chiclana había una pintada que decía que si te zumban los oídos, te está escuchando la NASA con el láser. Después conocía al tipo, me contaba que los americanos lo escuchaban con por medio de las tuberías del váter. Y yo le escuchaba y le respondía: “Pues qué habilidad”. No hay que reírse de los pirados porque aquí cualquiera termina probándose la camisa de fuerza.
Si hacemos recuento, la tesis del pedrismo no es descabellada. Están en contra del Gobierno los empresarios, los autónomos, los agricultores, los ganaderos, los camioneros, los toreros, los que creen que no había que pactar con Bildu, los que creen que la mesa de diálogo es una bajada de pantalones, los que creen que los indultos fueron un error, los que creen que fue una locura pactar con Podemos, los votantes de Podemos, sus ministros de Podemos y una buena parte de sus votantes en las últimas elecciones. Eso de que todo el mundo está contra Sánchez no es ninguna tontería.