Traigo las notas del 18 de febrero, a media mañana había incendio en Sol. Un fuego en la sede de la Comunidad de Madrid es una fumata inversa. Es un retrato tan perfecto de lo que pasa. Si la realidad escribe estas metáforas, a ver de qué vamos a vivir nosotros. Al final dijeron que el humo salía no por un fuego, si no una problema de la caldera, pero podemos decir que hasta los bomberos han ido a bajarle los humos a Isabel Díaz Ayuso.
A España se le ha quedado el cuerpo cortado un poco como cuando la gente se pega con los niños delante. A los votantes del PP les ha entrado como un recogimiento. A algunos se les ha visto rezar mirando a Santiago de Compostela.
Las cuentas son las siguientes. Si le sale mal a Casado, cae Casado. Si le sale mal a Ayuso, cae Ayuso y cae Casado. A estas horas, en las cocinas de España sus señorías baten el huevo de la tortilla de España y calculan las fuerzas de uno y de la otra. Algunos ya enseñan las cartas, desesperados: Yo estoy con Ayuso. Yo con Casado.
Sus señorías corren despavoridos por los sembrados como las liebres con corbata y toman refugio entre los matorrales. Vivir es una apuesta y silban las balas. Me ando acordando del Beni de Cádiz que estaba en el cine con el Cojo Peroche, una de vaqueros y en pleno tiroteo, el Beni se levantó y le dijo al Cojo: Voy al baño: cúbreme.
