Mariupol ya es Alepo. Putin sale a bailar en Moscú en un concierto por el segundo aniversario de Crimea. Le aplauden 200.000 rusos, unos por convicción, otros por la cuenta que les trae. Putin sale al escenario y levanta los brazos entre líder del mal en el mundo y comercial de seguros medio trompa bailando en una boda Paquito el chocolatero. Dice que está evitando un genocidio en Ucrania. Para evitar que otros asesinen a los niños de Ucrania, los mata él.
A este lado, han sacado disco Rosalía y María Jesús Montero, 'Motomami' del Gobierno. Sobre estas fechas reverdece la ministra de Hacienda porque se acerca la primavera, ponen sevillanas, sube el precio de la gasolina y le hacen piquetes hasta las carretas del Rocío. Este viernes ha dicho que el Gobierno no recibe a la plataforma de la huelga de camioneros porque es de extrema derecha y sirven al tirano Putin.
Al fondo a la ultraderecha
El sanchismo consiste en que todo lo que no es Sánchez es el enemigo y la ultraderecha: si está de moda Trump, la oposición es Trumpista. Si está de Moda Putin, son putineros. Si nos invadieran los extraterrestre serían marcianos. Camioneros de Extremadura, típicos fascistas imperialistas. Todo es el fascismo
Dice Chema Nieto que en los bares cuando uno entra en un bar y pregunta por el baño, ya siempre queda al fondo a la ultraderecha. En el lado correcto de la historia, , Sánchez ha cambiado de opinión sobre el Sáhara y Podemos sigue en el Gobierno. El lema de Podemos era Sí se puede y ahora es Quolibet die capto ostium et maneat, lo que significa cualquier día cogen la puerta y se quedan.