Traigo que vosotros allí en Tenerife y aquí yo con Laura Borrás, Jonah Lomu del independentismo, condenada por el asunto de los trapis. Tremenda historia. Una mujer recibe un sobre con billetes en su correo, los billetes son falsos, investigan al destinatario y resulta ser un tipo de la droga que hacía trapis con Laura Borrás con no sé qué contratos.
El TSJ catalán decide la condena y pide a la vez que la indulten. ¿Si no merece la condena, para qué se la ponen? El Gobierno ya no tiene que indultar a los independentistas porque salen indultados del juzgado. Detecto un fallo en la sucesión natural de las cosas, aunque qué voy a decir yo si me estoy sacando el carné de moto con 45 años; que me he ido a examinar hoy con los pibes y me he comprado una moto que cuando acelera suena como si dijera: “Aquí va un tipo con la crisis de los 45”.
Doy gracias de no ser Fernando Grande Marlaska. El Supremo le acusa de interferir en una investigación judicial secreta sobre la responsabilidad del Gobierno en las marchas del 8M y por cargarse a Pérez de los Cobos por la cara. Qué ruina. Grande Marlaska, héroe de la democracia, aquí parece Beria de Chueca.
Los santos del sanchismo nos dan cada disgusto. Tranquilos que está Marlaska, nos decíamos. No, pero es que hay jueces; no, pero es es que está Europa, Calviño, pero es que está el PNV, y Margarita Robles, y Escrivá que era de la Airef, y la fiscal Delgado, y Margarita, si está Margarita, con Margarita no podrán, ni con la fiscal aquella, cómo se llamaba…