Traigo el romance de la victoria en Italia de Giorgia Meloni. Ahora vienen los politólogos a explicarnos las cosas, un poco sobrecogidos se preguntan: ¿Cómo esto ha podido pasar?
Rusófilos y extremistas en el sur de Europa van a gobernar: no sé de qué me quiere sonar.
Tanta pureza, tanta cristiandad, tanto gritar… Yo creo que a Giorgia se le ha ido un poco el melonar. Y del pasado fascista, qué te voy a contar. Luego están las asimetrías que siempre te ponen a cavilar. Si lo piensas bien, andan pidiendo las sales los que vieron en Arnaldo todo un hombre de paz.
Fratelli, la Liga y Forza Italia forman el Tripartito. Cómo será la cosa que, de los tres, Berlusconi es el moderadito. Hay que buscarles un mote. Ya está cogido el trifachito.
En serio, ¿Cómo le vamos a llamar? derecha alternativa, derecha dura o radical. Los que le decían fascista a Rajoy ya están pensando: pues mira, no se estaba tan mal. Derecha populista, trampista banonista, visegrádica, melónica, neofascista, ultraderechista, neoliberal? La derecha de la derecha, parece elemental.
Si existe la izquierda de la izquierda y la izquierda de la izquierda de la izquierda, y más allá hay sitio, desiertos, lagos, campos de golf, quebradas, fanzones, cordilleras, polígonos, infinitas praderas de hierba: iempre hay sitio a la izquierda de la izquierda.
Al otro lado en cambio, todo es ultraderecha, siempre fea, cochina, maltrecha, malqueda y ultramontana. Si me preguntas cuándo se romperá este Gobierno, te digo que eso será pasado mañana. Siempre amanece ¿Cómo se dice en italiano? Ogni giorno sorge il sole.
