Hoy traigo las notas del 13 de junio, San Antonio, hace quince años que me casé. Yo aconsejo casarse sobre todo si es con una mujer como la mía. El aniversario y el veranillo de las primeras verbenas consigue un efecto narcótico en las cosas de mi Españita y a la primera estamos de cachondeo. Sánchez promete que la reforma del CGPJ será respetuosa con la independencia judicial y no nos cabe duda porque Sánchez si promete algo, lo cumple.
Desde la amnistía venimos viendo cómo Sánchez está empeñado en ser respetuoso con la independencia judicial.
Tampoco es obligatorio ir hasta el final con todo. Por ejemplo, Biden. Llegan imágenes del Presidente de los Estados Unidos perdido en Italia en una demostración de paracaidistas. Se da la vuelta, mira a otro lado hasta que Georgia Meloni lo reconduce delicadamente.
Biden estaba mayor para su primer mandato, no digamos ya para el segundo que pretende. El que llaman Sleepy Joe es fruto de este mundo en el que se celebran los empeños más descabellados. Hablo de un hombre que, desgraciadamente, está en esos años en los que un abuelo debería andar confundiendo el nombre de sus nietos y no representando a la primera nación de Occidente. Pobre Biden, maltratado, arrastrado por pasillos por agentes que le repiten quién es y dónde está. Sufre una de las maniobras más crueles que se hayan visto que consiste en subir a un escenario a un tipo que le da la mano a gente que no existe y no sabe cómo ha llegado hasta allí. Justifican esta exposición con que es un ejemplo de dedicación en edades avanzadas, yo les pido que dejen en paz a los viejos.