Traigo que arde Barcelona y la coalición de Gobierno. Todo en Sánchez se cumple de las maneras más impredecibles como profecías equivocadas. Hay que leer en sus palabras caprichosos augures. Sánchez lanza al aire el destino y cae de cualquier manera Sánchez que iba a ser un Gobierno con una palabra y muchas voces y se oyen las voces desde la M30. Hoy he soñado en la cuneta de la M30, que es la cuneta de España, unos tipos con cervatanas te lanzaban por la ventanilla flechillas con la de Moderna.
En Podemos ha montado un espectáculo de flamenco fusión con rancheras mexicanas donde canta Juan Carlos Monedero y que lleva por título ‘Venturas y desventuras de la nueva normalidad en un banquillo del juzgado número 42 de Madrid, variaciones de música y danza sobre tinaja, neurona y niñera’. Años después del 15M, unos hechiceros consultan en Galapagar un calendario Zamorano que dice ya es tiempo de resembrar el césped del jardín y donde encuentran jugadas para lidiar con la postpandemia.
Vamos de la nueva normalidad, a la normalidad democrática. Antes mirábamos lo que nos dejaba hacer el Ministerio Sanidad y ahora hay que pensar en lo que puede molestar al Vicepresidente del Gobierno. ¡Esto no es normalidad democrática y lo otro tampoco, y eso, mucho menos! Hay una interpretación de la democracia que consiste en decir que lo que a uno no le gusta no es democracia, Hoy normalidad democrática es pedir un control democrático para los medios de comunicación, esto es que los controle democráticamente, a ver, quién, ¿el vicepresidente del Gobierno?