Traigo que en mi Españita Pull Aside ha salido Carmen Calvo, oh, Kamala de Cabra, a decir que los indultos ya están aquí, que ya salen, que será en tres, dos, una semana, antes del seis de julio, ya falta menos. A Junqueras le huele el cogote a crema solar en la playa de la Barceloneta. Los indultos a los condenados por el procés van a llegar antes de lo que canta un gallo y de lo que termina una reunión bilateral de Sánchez con Joe Biden.
En lugar de esconder los indultos que él mismo consideraba nefastos, el presidente los luce allá por donde va y hace bien. Lo que antes constituía algo impensable hoy no se puede retrasar ni un minuto más. En la mesa estará Junqueras, los Jordis y hasta Rosalía. BELDA
El Gobierno es una máquina de sacar pecho. El sanchismo consiste en erigir los más grandes monumentos con nuestras mayores vergüenzas. Sánchez quiere sacar a los presos cuanto antes para que se nos pase el mosqueo porque todo se pasa. Mi amigo Laza cree que los cuernos son de leche porque al tiempo se caen como los dientes.
En Cataluña vivimos un nuevo tiempo, o es que no lo ves. Aragonés, niño cantor del independentismo, dejará colgado mañana a Don Felipe y enviará al vicepresidente que llamó mongoles a los españoles. No sé qué problema hay con Mongolia. A mí me caen muy bien: son gente simpática y divertida, acampan donde les da la gana y montan unos caballos así de chiquititos que son una ricura. La portavoz del Govern, que se llama Patricia Playa -Ya estoy yo en la playa-, ha dicho que Aragonés no irá con un rey que no es rey de los catalanes. Me gusta el olor de la concordia por las mañanas.