Traigo la luna llena sobre Madrid otorga a la ciudad un verde casi plateado y desde las azoteas, el Parque del Retiro se parece al Cráter de Ngoro-Ngoro. Desde el norte llegan voces de Europa que piden endurecer las penas de malversación que el Gobierno redujo según decían para adecuarse a lo que decía Europa. A ver si la rebaja de las penas no era un requerimiento de Europa sino de los independentistas que no apoyan al Gobierno. Escucho a Sánchez decir que en realidad, ya han hecho los deberes y que se han adelantado a Europa emoji con ojos de corazones.
Sánchez hoy ha estado enorme. Ha recibido a Gustavo Petro en La Moncloa y le ha enseñado la fuente de Guiomar, el pacto con Bildu, el colchón con el que consiguió dormir con Podemos en el Gobierno y un aparatillo por el que mi Españita siempre le ríe las gracias al que se mete con mi Españita. Es que somos un país que va con el equipo contrario.
Oye, es que va el Rey a Colombia y no se levanta cuando le restriegan el sable de Simón Bolivar y se monta una que no veas. Después viene Petro a la Moncloa a decir no sé qué del yugo español y unas risas que no veas. Sánchez, cómo lo pasaba. Te habla del yugo español, negro legendario donde había señores y siervos y lo escuchas y flipas y te crees que antes de Colón estaban en la república de Weimar, o algo, te da una lección de historia de las libertades como si aquí en España nos hubiéramos bajado de no sé qué árbol y te cita a Game of Thrones y yo te digo, querido amigo: si te cita a Game Of Thrones, no le hagas presidente.