Traigo las notas del 6 de septiembre, vuelta al cole y también vuelta la burra al trigo de la renovación del CGPJ. Lesmes y Sánchez son dos versiones del moreno de verano. El presidente tiene ese color que se le pone a la gente de dinero. Lesmes está bronceado de otra manera, pelo blanco, rasgos secos, piel brillante, es el Robinson Crusoe de los jueces.
Dicen que lleva mil días en funciones atrapado en su isla, pesca cangrejos, tiene arpón, un coco con el que habla y una sala tercera para lo de los indultos del procés y lo del nombramiento de la ministra de Justicia como Fiscal General del Estado. A veces hace fuego en lo alto de la isla y en la arena escribe en grandes letras respuestas a Félix Bolaños cuando dijo que a los jueves no los pueden elegir los jueces.
A los jueces los quiere elegir Sánchez
Se ha manoseado tanto la justicia que hasta han aparecido los sexadores de jueces, y si la sentencia no les gusta, te dicen rápidamente si su señoría es roja o azul. Van de negro, como el árbitro, pero Echenique siempre les acusa de tomar partido. Antes en los bares se discutía sobre quién tenía que ser el portero titular de la Selección y ahora hay tertulia sobre quién debe presidir el Supremo. Dos con leche y uno solo manolo, ¿no te parece que pretendían Sánchez e Iglesias nombrar a los vocales de rondón? En las carpetas los chavales llevan fotos de Manuel García Castellón.
La trampa del naufragio de la justicia consiste en que si Sánchez se queja de que los jueces responden a los intereses del PP porque los puso el PP, la gente sospecha que pretende el PSOE pretenda poner jueces que respondan a los intereses del PSOE.