Hoy traigo el cuaderno hecho unos zorros, si te digo la verdad. Los siete asesinos de ETA no recogerán su acta de concejal, no es que me parezca mal. Dicen que hay que agradecérselo, como cuando dejaron de matar. Qué gran partido es Bildu, que no lleva ya asesinos en sus listas. Como abandonar el terrorismo, dejar de llevar asesinos en las listas es una virtud que solo se puede conceder a los partidos que llevaban asesinos en las listas. Hoy han preguntado a Sánchez si romperá con Bildu. Tendría gracia ver a Sánchez volviendo a prometer que no va a volver a pactar con Bildu. Cuántas veces quiere que se lo diga. En el Senado, Sánchez acusa al PP de hacer lo imposible porque ETA no acabara. Es que estaban tan bien cuando les pegaban tiros en la nuca.
En las siniestras geometrías del posterrorismo, por aquí se vuelve a la culpabilización de la víctima, y aquí viene Rufián diciendo que si el PP retirara a los asesinos de las listas, no quedaba nadie. Esto es, que había más asesinos en el PP que en ETA. Me quiere sonar a aquel Zuek faxistak zarete terroristak, vosotros fascistas, sois los terroristas que coreaban en las manifestaciones de Herri Batasuna. Todo lo que has vivido es susceptible de repetirse. La existencia rueda en ciclos por los que se repiten las cosas, se repiten las alegrías, y se repiten las pesadillas. Volverás a reír, volverás a llorar y, o mucho me equivoco, los muertos volverán a tener la culpa de que los matara ETA si es que no está pasando ya.