Traigo que no se ha vacunado porque era fiesta. Cómo me imagino al científico de la vacuna, oye que en españa no vacunan porque era finde. Tenemos la tercera ola y la rave de Barcelona. Las naves abandonadas y los carajotes parecen todos el mismo.
Oh, mi Españita de la tercera rave, voy de fiesta zombie a la nave abandonada de tu corazón. La gente joven, dicen. Si tienen más años que andar p’atrás, señora. Fuera les esperan los Mossos y la crisis de los 40. Va por ahí una paisana con la fruta al aire pidiendo libertad. Yo que creía que a esas fiestas iba el tonto del pueblo a que le engañaran con el precio de los tripis y ¡no! Es que estaban luchando por la libertad.
En mi Españita se nos ocurren las cosas a todos de golpe. Vamos a la nieve. Vamos a la rave. Vamos a poner a Illa de candidato a las catalanas. Illa se presenta sobre un fondo rojo tirando a naranja porque cree que así conseguirá el voto que se vaya de Ciudadanos. La política de pictograma es así: antes se proponían ideas, después medidas, después candidatos y ahora se vota por colores y el Salvador te hacen el truco con el naranja, ¿eh? Illa, qué zorro!. Cuando llegó a Sanidad parecía Buster Keaton y ahí lo tienes.
Seguro que poner a Illa es una genialidad, pero no sé aún porqué. Si era el mejor gestor de la pandemia, para qué lo quitas y si no lo era, digo yo que para qué lo pones.