Notas del 14 de septiembre, vísperas de nada. Javier ya me dice Aita. El independentismo se conduce cada vez más como en una película de sí mismo, en un documental del mañana. Me juego un alamar de un traje de Antoñete a que viene un documental dentro de 30 años y nos dice que estos tipos eran unos héroes de la patria. Aragonés está para filmarlo con un dron. Ahora, Junts se ha retirado porque había enviado a la mesa a Jordi Sánchez y a Turull, condenados por el procés. En su lugar, acudirán Pilar Rahola, el obispo de Solsona y Dinki Winki.
Mi Españita consiste en que el mundo se hunde y nosotros andamos con quién se sentará en la mesa de negociación de dos países que son el mismo para hablar sobre el futuro imposible de una república que no existe.
El presidente ha sido ovacionado largamente en el Consejo de Ministros, esta vez por cortar las dos orejas y el rabo de las eléctricas. Sánchez saca más pecho que una vedettede cuando había vedettes. Me gustaba mucho La Bombi.
Dice en lo de Franganillo que hay que jactarse de que en este país, se han llorado a todos los muertos y se ha vacunado a todo el mundo sin preguntar a quién habían votado ni qué es lo que pensaban. Porque se entiende que caía esa opción o al menos la tentación naturalmente desechado de inmunizar solo a una parte del electorado. Han vacunado hasta a los que votan a esos partidos cochinos, que dan ganas de ponerles matarratas. Hasta esos que dicen para recalcar algo, que es "lo que sea no, lo siguiente", a esos que dicen "lo siguiente", les ponía yo la vacuna del corral de la Pacheca, pero afortunadamente nos protege el presidente. Terminaremos por agradecer a los gobiernos que no nos disparen.