Traigo he echado de menos darme una vuelta por Cartagena con Pelaez y Caraballo, que juntos son una película de Garci. Ya no viajo últimamente así que recorro con dedos de la nostalgia la ciudad que inventó los crespillos, los michirones el submarino eléctrico, a Pérez Reverte y las viñetas de Puebla.
Aquí, en Madrid, seguimos a vueltas con el bono social de rebaja de la luz que cobraba Mónica García que pidió que dimitiera por cobrarlo Enrique Ossorio.
Teresa Ribera limitará a 27.000 euros las rentas de las familias numerosas las que se les rebaja la factura de la energía porque se ve que les sobra. A ver, desde el Gobierno: ¿sabrían decirme lo que es un rico?
Para Sánchez de 27.000 euros de renta p‘arriba, ya no necesitas rebaja de la luz porque eres un cochino rico potentado, pero de 27.000 euros p’abajo, te dan un cheque de 200 euros para que puedas comer.
Igual el problema son los niños. Los padres de familia numerosa somos los nuevos forajidos y yo lo celebro porque antes para dártelas de columnista maldito tenías que beber absenta y dormir sobre tu vómito y ahora basta con tener tres críos y una furgoneta diesel. La gasolinera de Valdebebas es mejor que la generación Beat.
No sé cómo se les ocurre tener tres hijos y pedir una rebaja de la luz de 200 pudiendo solicitar 7.000 euros para un coche eléctrico de sesenta mil lereles al contado y veterinario gratuito para el perro. Eso sí que son buenos ciudadanos.