Traigo que es viernes y Lambán lo sabe. El presidente aragonés ha dicho que en él no manda ni Moncloa, ni Ferraz ni la madre que los parió.
El socialista Javier Lambán dice que no quiere ser sanchista que quiere ser capitana de la tropa socialista. Se espera la venida de Page Vara y Lambán como los cuatro jinetes del constitucionalismo y de un tiempo que se añora y que si te digo la verdad, parece perdido a jamais.
Estas apariciones de las díscolas baronías, ¿cómo lo llamaste, Latorre? Pellizcos de varón, eso es. Gracias a estos pellizcos, la gente lambanista y socialista cree que hay un PSOE más allá del sanchismo por el que uno votando al PSOE no está votando a Sánchez, está votando a Lamban sin Sánchez. Quien dice Lambán dice Page o Vara.
Aquí no manda sánchez, dice Lambán. Me gusta hasta el acento que tiene. Del Lambán levantisco, hasta los andares. Oye es que lo dice y suena a cachirulo y a brazos en jarra y a jota después del encierro en una mañana de agosto en las fiestas de Ejea de los Caballeros. Y suena al pueblo aragonés que es bravo y es noble. Suena a rebelión y a los sitios Zaragoza y a Agustina de Aragón y a constitucionalista, socialista y Barón con acento en la o.
Javier se levantan contra el pedrisco que fue demasiado lejos, ah Pedro, nunca debiste cruzar a este lado del Ebro. Ha pasado más veces, desengáñese: mañana, todo será igual.