Traigo las notas del 27 de octubre. Los geólogos han notado un ligero abombamiento de diez centímetros en Costa Moncloa. Se sienten terremotos de intensidad, 4,6, a cuenta de la bronca entre Yolanda y Calviño por la reforma laboral.
El Gobierno portugués no ha conseguido aprobar los Presupuestos pero en Moncloa creen que si discuten las ladies del Gobierno, gana Sánchez. Yo creo que es al contrario. En este país siempre han mandado las rubias, aunque sean de bote. Y también el Constitucional. El Tribunal ha fallado otra vez en contra de los estados de alarma de Sánchez.
El pedrismo considera que los jueces son unos viejos fachas que se hacen pipí en el pantalón y que le tienen manía. Al fin y al cabo, han votado en contra de ello algunas señorías, como Don Cándido Conde-Pumpido , aunque a mí, ese nombre, me suena a canción de C.Tangana.
Sánchez, como sanchea, se quitó de encima seis meses al Congreso de los Diputados de inconstitucionales maneras porque no se iba a poner a renovar los poderes excepcionales que le concedieron todos los partidos menos uno, por cierto.
Que el Legislativo fiscalice al Ejecutivo… ¿Pero tú sabes que movida es eso? Dice el presidente que si plantó un estado de alarma constitucional fue para salvar más vidas. Los estorninos en los árboles de Madrid que son como mini cuervos, preguntan desde las ramas si no se podían salvar vidas sin saltarse la Constitución Española.
El PP aún propone una ley de pandemia para que un Gobierno pueda cerrar cuando le salga del pico de la curva. Temen los científicos que lleguen más pandemias y yo que nos salgan los confinamientos en la tapa de los yogures.