Hay muertos por Covid, muertos de hambre y de asco. Lo bueno es que de aburrimiento ya no se muere nadie. Hoy, la Sanidad de la Comunidad de Madrid anuncia confinamientos parciales para esta semana, y el Gobierno de la comunidad dice que no están aprobados. Están las coaliciones para entrar a vivir.
Mientras Sánchez adulaba a Arrimadas en el Congreso, en la Moncloa, Iglesias se ha puesto una de sus camisas de antes -ay, aquellos tiempos de contrapoder y barricadas al otro lado del seto de Moncloa- y recibe a Esquerra y Bildu.
Dice Rufián que no todos que no todos pueden ir en el mismo vagón. La negociación de los presupuestos se parece cada vez más al tren de la bruja. Mertxe Aizpurua ha declarado que el Gobierno está dispuesto a modificar la política penitenciaria para favorecer a los presos de ETA.
Es curioso cómo hay una parte de la izquierda que se ha puesto la foto de Otegi en la carpeta. Arnaldo es como Gandhi, pero con pelo. Sánchez es Trudeau en guapo, y tiene el aura de los rebeldes, pues lo echaron del PSOE porque temían que fuera a hacer justamente lo que está haciendo.