Traigo que Ignacio Garriga es guapo y moderado, casi como un Sánchez negro, qué digo un Sánchez Negro... Garriga es un Sánchez-Caído. Viene vestido de contralmirante del IESE y de yerno perfecto de la no izquierda.
Luego llega Abascal con el napalm de la enmienda inabarcable, a saber: la pandemia, la cama con los independentistas, la inmigración, la economía, lo de Bannon, lo del Sorismo de Soros, la Europa de Merkel como el sueño de Hitler y hasta China.
La moción parece interminable y a la gente se le hace un mogollón todo esto hasta que ha dicho Abascal, "Pissería", y entonces pensamos que llevábamos tres horas de sesión y que estaba llegando la hora de comer.
Por la tarde, Abascal le lee a los de Bildu los nombres de las víctimas de ETA. Que haya un debate sobre si alguien puede leer en el congreso los nombres de las víctimas de ETA dice bastante de dónde estamos. Solo se levantaron los de Vox. Yo creo que deberían haberse levantado hasta los de Bildu.
Acusan a Abascal de apropiarse de los muertos, oye, igual, eh, pero la verdad es que uno solo se puede apropiar de lo que otros dejan caer. Por la tarde, el PSOE firmó con Bildu y ERC un documento en defensa de las libertades. A mí cuando Bildu habla de la defensa de las libertades me suena a cuando decían que Farruquito iba a montar una autoescuela. Pero ahí el papelillo que un amigo ha definido como la foto de Colón del PSOE y que compone la esquela de la Transición en A4.