Traigo que Europa ha aclarado que no ha invitado a mi Españita bonita a reformar el delito de sedición. Rebajar las penas por sedición contentaba a los independentistas que habían cometido la propia sedición y que dicen que lo volverían a hacer. La magia consistía en que los tipos que decían iban a cometer el delito iban a votar en el congreso la pena a ese delito y de paso, apoyar los presupuestos generales del Estado. Pero todo se hacía porque lo decía Europa, pero Europa no ha dicho nada. Ni la Comisión, ni el Consejo ni la Eurocámara. Mira que decía Juan Carlos Campo que rebajar las penas por sedición era una exigencia de Europa. Y Carmen Calvo decía que Europa había enviado un mensaje.
Un mensaje... Ahora el Gobierno dice que está escuchando a Europa como el que oye voces. Europa se aparece de súbito en lo alto de un fresno y entonces entra el gobierno en trance de pronto y pone sus gubernamentales ojos en blanco... y le salen los estigmas de la reforma del código penal en favor de los independentistas.
Cómo me gustaba aquella historia de Amparo Cuevasla vidente del Escorial. Un día estuve allí y una monja de la vidente me dijo que se le había salido el corazón del cuerpo. Qué habilidad pensé.
Imagínate que se te sale el corazón, menuda cochinada. En Madrid no se nos sale el corazón porque ya no nos queda, pero si se sale pues te vas al hospital de pandemia. Yo lo tengo al lado de casa, así que mira qué cómodo. Si me da una pandemia, pues me voy andando y me da tiempo para ir a la compra y a la tintorería.