Seguimos enganchados a las elecciones estadounidenses, Juanra. Es la atracción del Imperio. Una de las claves de los comicios de este año es que el cinturón del óxido, el cinturón industrial se ha fragmentado.
Hace cuatro años los trabajadores de la industria más tradicional, la del acero, la minería, el automóvil, dieron claramente la victoria a Trump. Ahora, a pesar de todas las guerras comerciales y aranceles, los trabajadores de casco y mono azul se han dividido entre Trump y Biden. Muchos cambiaron de caballo en mitad de la cabalgada.
Días locos en los mercados
Los inversores y los mercados han vivido un día de locos. Se han movido más que un barómetro en mitad de un tornado. La volatilidad ha dominado las sesiones. La pesadilla de los agentes económicos se puede cumplir: una oleada de impugnaciones ante los tribunales. Algo que generará más inestabilidad y retrasará las nuevas medidas de apoyo a la recuperación económica. Es la política carrusel.
En España, el ministro de Agricultura, Luis Planas, en Antena 3, aprovecha para pedir negociaciones a la Casa Blanca para eliminar sanciones y aranceles a los productos españoles. Sanciones impuestas por Trump que han generado millones de euros de pérdidas. Y entremedias conocemos los datos del paro. Aumentó en octubre en cincuenta mil desempleados y las afiliaciones mejoraron en 114.000. Pero no es suficiente.
El paro crecerá más de lo que dice el Gobierno
El Gobernador del Banco de España, en el Congreso, ha señalado que el paro aumentará más de lo que dice el Gobierno, que las cifras de crecimiento y déficit no se cumplirán y que no se debería haber subido el sueldo a todos los funcionarios, se tendría que haber sido más selectivo, por ejemplo subir el salario a los sanitarios.
Así se presenta una jornada donde todas las miradas se dirigen hacia una pareja de venerables ancianos que luchan, en el crepúsculo, por el trabajo más exigente de la Tierra: el de Presidente de los Estados Unidos.
